¿Es el producto o falta capacitación?
Cuando los resultados de limpieza no son los esperados, la primera reacción suele ser cambiar el producto: “Este químico no sirve”, “Estas mopas no secan”, “Este paño no limpia bien”.
Pero ¿y si el problema no está en lo que usamos, sino en cómo lo usamos?
En este artículo te compartimos algunas pistas para saber si el problema es el insumo... o si es hora de capacitar al equipo.
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¿Hay exceso o mal uso de productos?
Un producto concentrado mal diluido puede perder efectividad… o generar residuos pegajosos que atraen más suciedad.
Si los bidones duran menos de lo que deberían, el piso queda resbaloso o el ambiente hueledemasiado fuerte, probablemente no sea un problema del químico, sino de cómo se está usando.
???? ¿Tu equipo conoce la proporción correcta de dilución? ¿Saben que más producto no significa más limpieza?
¿Se mezclan productos sin saber si es seguro?
Lavandina con detergente, alcohol con amoníaco, desinfectante con desengrasante… mezclas que no solo anulan el efecto de los productos, sino que pueden generar vapores peligrosos.
???? ¿El personal tiene nociones básicas de química aplicada a la limpieza?
¿El orden y la frecuencia son adecuados?
Muchas superficies se limpian bien… pero en el orden equivocado. O se desinfectan sin haber limpiado primero.
O se repasan constantemente lugares que no lo necesitan, pero se olvidan los puntos críticos.
???? ¿Hay un criterio claro para definir rutinas y prioridades?
¿Se usa el insumo correcto en el lugar correcto?
No es lo mismo una cocina que un vestuario. Ni un vidrio que un acero inoxidable.
Hay productos pensados para ciertas superficies, y aplicarlos mal puede no solo no limpiar, sino dañar la superficie.
???? ¿Tu equipo sabe cuándo usar un desengrasante, un desinfectante o un limpiavidrios?
¿Se da por hecho que ‘ya saben’ porque trabajan hace años?
La experiencia suma, pero la costumbre no siempre garantiza que se hagan bien las cosas.
Muchas veces el personal de limpieza repite hábitos sin haber tenido nunca una formación técnica específica.
¿Cuándo fue la última vez que recibieron una capacitación formal?
La limpieza profesional necesita de ambos:buenos productos y un buen uso. No alcanza con tener los mejores químicos si no se sabe cómo aplicarlos. Y lo contrario también: un equipo bien formado necesita productos que acompañen su trabajo.
La solución no siempre es cambiar lo que se compra. A veces es suficiente con optimizar su uso.
Si te gustaría hacer un relevamiento completo sobre cómo se están usando tus productos actuales o armar una capacitación práctica para tu equipo, contactate con nosotros.
¿Es el producto o falta capacitación?
Cuando los resultados de limpieza no son los esperados, la primera reacción suele ser cambiar el producto: “Este químico no sirve”, “Estas mopas no secan”, “Este paño no limpia bien”. Pero ¿y si el problema no está en lo que usamos, sino en cómo lo usamos? En este artículo te compartimos algunas pistas para saber si el problema es el insumo... o si es hora de capacitar al equipo.
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¿Hay exceso o mal uso de productos?
Un producto concentrado mal diluido puede perder efectividad… o generar residuos pegajosos que atraen más suciedad.
Si los bidones duran menos de lo que deberían, el piso queda resbaloso o el ambiente hueledemasiado fuerte, probablemente no sea un problema del químico, sino de cómo se está usando.
???? ¿Tu equipo conoce la proporción correcta de dilución? ¿Saben que más producto no significa más limpieza?
¿Se mezclan productos sin saber si es seguro?
Lavandina con detergente, alcohol con amoníaco, desinfectante con desengrasante… mezclas que no solo anulan el efecto de los productos, sino que pueden generar vapores peligrosos.
???? ¿El personal tiene nociones básicas de química aplicada a la limpieza?
¿El orden y la frecuencia son adecuados?
Muchas superficies se limpian bien… pero en el orden equivocado. O se desinfectan sin haber limpiado primero.
O se repasan constantemente lugares que no lo necesitan, pero se olvidan los puntos críticos.
???? ¿Hay un criterio claro para definir rutinas y prioridades?
¿Se usa el insumo correcto en el lugar correcto?
No es lo mismo una cocina que un vestuario. Ni un vidrio que un acero inoxidable.
Hay productos pensados para ciertas superficies, y aplicarlos mal puede no solo no limpiar, sino dañar la superficie.
???? ¿Tu equipo sabe cuándo usar un desengrasante, un desinfectante o un limpiavidrios?
¿Se da por hecho que ‘ya saben’ porque trabajan hace años?
La experiencia suma, pero la costumbre no siempre garantiza que se hagan bien las cosas.
Muchas veces el personal de limpieza repite hábitos sin haber tenido nunca una formación técnica específica.
¿Cuándo fue la última vez que recibieron una capacitación formal?
La limpieza profesional necesita de ambos:buenos productos y un buen uso. No alcanza con tener los mejores químicos si no se sabe cómo aplicarlos. Y lo contrario también: un equipo bien formado necesita productos que acompañen su trabajo.
La solución no siempre es cambiar lo que se compra. A veces es suficiente con optimizar su uso.
Si te gustaría hacer un relevamiento completo sobre cómo se están usando tus productos actuales o armar una capacitación práctica para tu equipo, contactate con nosotros.